domingo, 1 de julio de 2012

Génesis II. 1-9

Capítulo II
1 Fueron, pues, acabados el cielo y la tierra con todo el ornato de ellos. 2 El día séptimo terminó Dios la obra que había hecho; y descansó en el día séptimo de toda la obra que había hecho. 3 Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó; porque en él descansó Dios de toda su obra que en la creación había realizado.
4 Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra. El día que Yahvé Dios creó la tierra y el cielo, 5 no había aún en la tierra arbusto campestre alguno; y ninguna planta del campo había germinado todavía, pues Yahvé Dios no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre que labrase el suelo; 6 pero brotaba una fuente de la tierra, que regaba toda la superficie de la tierra.
7 Y formó Yahvé Dios al hombre (del) polvo de la tierra e insufló en sus narices aliento de vida, de modo que el hombre vino a ser alma viviente 8 Y plantó Yahvé Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado. 9 Yahvé Dios  hizo brotar de la tierra toda clase de árboles de hermoso aspecto y (de frutos) buenos para comer, y en el medio del jardín el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal

Comentarios
1 El ornato, en hebreo sabaot (ejército). El ejército del cielo son las estrellas. Cf. Deut 4,19; 17,3; IV Rey 17,16; 21,3 y 5; Neh 9,6; Is 40,20, etc. La misma palabra se usa en otros lugares como denominación de los ángeles Cf. Jos 5,14; III Rey 22,19; II Paral 18,18 Sobre la creación de los ángeles véase 1,1 y nota (final). El ornato de la tierra son todas las cosas creadas en ella y todas sus fuerzas
2 s. El día séptimo, o sea, el sábado (que originalmente significaba "siete"), recibe aquí su institución divina. Dios lo santificó (v.3) separándolo de los demás días, pues el sentido primitivo de santificar es separar, como se ve en la etimología de la palabra "santo". Descansó (v.3): Expresión antropomórfica. Dios nunca descansa a manera del hombre. Si Dios no obrase sin cesar, toda la creación volvería a la nada Cf S 62,9; 103,29; Sab 1,7) por lo cual Jesús pudo decir en día de sábado: "Mi Padre hoy como siempre esta obrando" (Juan 5,7). De este vers. se sigue que la institución del sábado o día de descanso es anterior a la legislación sinaitica, la cual la supone(cf EX 16,23 y 30) El pueblo de Israel debió descansar después de los seis días de trabajo, y lo mismo la tierra cada siete años (Ex 23,10; Lev 25,1 ss; Deut 15,1 ss), en memoria del séptimo día en que Dios "descansó" después de la Creación. Algunos Santos Padres van más lejos y ven también en la historia del mundo un plan septenario; cuatro milenios antes de Cristo, dos milenios después de Cristo y un milenio de reinado de Jesucristo. Los demás pueblos antiguos no conocían el sábado; los egipcios tenían décadas de días; los babilonios daban el nombre de sábado (schabatu) al día 15 del mes (plenilunio), el cual era para ellos un día de penitencia. El "séptimo día" de los cristianos es, según tradición apostólica, el domingo, el "día del Señor", porque Cristo resucitó en ese día (cf. I Cor 16,2)
4. El autor sagrado vuelve al tema de la creación del hombre, la que nos narra con nuevos detalles. Yahvé Dios en hebreo: Yahvé Elohim. Sobre el nombre de Elohim vease 1,1 y nota. Yahvé significa etimológicamente, El que es, el Viviente, el Eterno, Cf Ex. 3,14, donde Dios mismo se da este nombre, el cual solamente le corresponde a El, porque sólo El es el Ser absoluto. Comparado con El cualquier dios pagano es un no ser, un producto de la imaginación, o a lo más, la representación de un espíritu maligno (cf. I Cor 8,5; Gal 4,8). Los críticos han llamado la atención sobre el hecho de que en éste capítulo y en el siguiente, el escritor sagrado use el nombre de Yahvé, combinándolo con Elohim y formando el compuesto "Yahvé Elohim". Los más avanzados han atribuido a este fenómeno tanta importancia, que sostienen que en este versículo comienza a escribir otro autor, el "yahvista". De esta manera destruyen la unidad del Pentateuco y lo reparten entre diversos autores: yahvistas, elhoistas y otros, llegando al extremo de negar por completo su origen mosaico. Es verdad que la diversidad de los nombres de Dios es una particularidad notable del Pentateuco. La conocían ya los grandes exégetas de la antigüedad, S Crisóstomo y S Agustín, quienes, no obstante ello, sostenían el origen mosaico y la unidad de los cinco primeros libros de la Biblia. Hoy sabemos que esa particularidad tiene poco peso pues las versiones antiguas, los Setenta y el Samaritano, no coinciden en este punto con el texto hebreo masorético, lo cual prueba que el uso distinto de los nombres de Dios no tiene tanta importancia como le atribuyen los críticos, si bien se puede admitir que Moisés tuvo a mano fuentes de diverso estilo y diversos nombres de Dios. En todo caso, ha de sostenerse que Moisés es el autor de todo el Pentateuco
6. Fuente: Traducción incierta. La palabra correspondiente hebrea aparece solo dos veces en la Biblia, aquí y en Job 36,27. Su significado sería más bien humedad y líquido. Más tarde en Babilonia, significaba agua que corre en canales.
7. El sentido de este versículo es: Dios creó el cuerpo del hombre del barro de la tierra, como el de los animales, y le inspiró el alma, de modo que en el hombre se juntan dos mundos, el corpóreo y el incorpóreo o espiritual. Sobre el evolucionismo y transformismo véase la nota a 1,31, final, La expresión antropomórfica insuflo en sus narices (cf Is 2, 22) quiere expresar simbólicamente que el alma no fue formada a manera del cuerpo, de la materia preexistente, sino creada por Dios directamente de la nada y unida al cuerpo (S. Tomas). Compárese esta expresión con una semejante del Nuevo Testamento, que trata del Espíritu Santo. Jesús "sopló a los discípulos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo" (Juan 20, 22). Aliento de vida: ¿No se puede ver también aquí una alusión al Espíritu Santo como en 1,2" Cf Job 33,4: "El Espíritu de Dios me ha hecho, y el soplo del Todopoderoso me da vida" y en S 32.6: "Por la palabra del Señor hiciéronse los cielos, y sus huestes todas por el aliento de su boca"
8. Edén, palabra antigua sumeria. Los sumerios fueron los antecesores de los babilonios, a los cuales dejaron su cultura y escritura cuneiforme. Edén significa en sumerio campo abierto, llanura donde prosperan todos los frutos; de ahí que en hebreo tenga el significado de delicias, y en vez de al oriente vierte desde el principio, pues en hebreo las dos cosas se expresan por la misma palabra
9. El árbol de la vida sería para contrarrestar la natural caducidad del cuerpo. Según S. Tomas, el fruto de ese árbol libraba el cuerpo de la muerte solamente por algún tiempo, y para evitar la muerte Adán tenía que comer siempre de nuevo. El árbol del conocimiento servía para ver si Adán optaba por el bien o el mal. Su nombre le viene de los efectos que de sus frutos se esperaban (S. Tomas).

No hay comentarios:

Publicar un comentario