sábado, 21 de julio de 2012

Evangelio según San Marcos cap 2. 13-28; 3; 4 1-18


13 Salió otra vez a la orilla del mar, y todo el pueblo venía a Él, y les enseñaba. 14 Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en la recaudación de impuestos, y le dijo ‛‛Sígueme,” Y, levantándose, lo siguió. 15 Y sucedió que cuando Jesús estaba sentado a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores se hallaban también (allí) con El y sus discípulos, porque eran numerosos los que lo habían seguido. 16Los escribas de entre los fariseos, empero, viendo que comía con los pecadores y publicanos, dijeron a sus discípulos:  "¿Por qué come con los publicanos y los  pecadores?" 17 "Más Jesús oyéndolo, les dijo: "No necesitan de médico los sanos, sino los que están enfermos. No vine a llamar a justos, sino a pecadores."
18 Un día ayunaban los discípulos de Juan también los fariseos y vinieron a preguntarle: ‛‛¿Por qué, mientras los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?" 19 Respondióles Jesús: ‛‛¿Pueden acaso ayunar los compañeros del esposo mientras. el esposo está con ellos? En tanto que el esposo está con ellos no pueden ayunar. 20 Pero tiempo vendrá en que el esposo les será quitado, y entonces en aquel tiempo, ayunarán. 21 Nadie zurce remiendo de paño nuevo en vestido viejo; pues de lo contrario, el remiendo tira de él: lo nuevo de lo viejo, y la rotura, se hace peor. 22 Nadie tampoco echa vino nuevo en cueros viejos, pues de lo contrario, el vino hará reventar los cueros, y se pierde el vino lo mismo que los cueros; sino que se ha de poner el vino nuevo en cueros nuevos." 23 Sucedió que, un día de sábado, Él iba atravesando los sembrados, y sus discípulos, mientras caminaban, se pusieron a arrancar espigas 24 Entonces los fariseos le dijeron: "¿Ves?"  ¿Por qué hacen, en día de sábado, Io que no es lícito? 25 Respondióles: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad y sintió hambre, él y sus compañeros, 26 cómo entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar y comió de los panes de la proposición, los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes y dio también a sus compañeros?" 27 Y les dijo: ‛‛El sábado se hizo por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado; 28 de manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado.”

CAPÍTULO III
1 Entró de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía seca la mano. 2 Y lo observaban, para ver si lo curaría en día de sábado, a fin de poder acusarlo. 3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: "Ponte de pie en medio." 4 Después les dijo: ‛‛¿Es lícito, en día de sábado, hacer bien o hacer mal, salvar una vida o matar?" Pero ellos callaban. 5 Más Él mirándolos en derredor con ira, contristado por el endurecimiento de sus corazones, dijo al hombre: "Alarga la mano." Y la alargó, y la mano quedó sana. 6 Y salieron los fariseos en seguida y deliberaron con los herodianos sobre cómo hacerlo morir.
7 Jesús se retiró con sus discípulos hacia el mar, y mucha gente de Galilea lo fue siguiendo. Y vino también a Él de Judea, 8 de Jerusalén, de Idumea, de Transjordania y de la región de Tiro y de Sidón, una gran multitud que había oído lo que El hacía. 9 Y recomendó a sus discípulos que le tuviesen pronta una barca, a causa del gentío, para que no lo atropellasen. 10 Porque había sanado a muchos, de suerte que todos cuantos tenían dolencias se precipitaron sobre El para tocarlo. 11 Y los espíritus inmundos, al verlo, se prosternaban delante de Él y gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios." 12 Pero El les mandaba rigurosamente que no lo diesen a conocer.
13 Y subió a la montaña, y llamó a los que Él quiso, Y vinieron a Él. 14 Y constituyó a doce para que fuesen sus compañeros y para enviarlos a predicar, 15 y para que tuvieran poder de expulsar los demonios. 16 “Designó, pues, a los Doce; y puso a
Simón el nombre de Pedro; 17 a Jacobo, hijo de Zebedeo, y a Juan, hermano de Santiago -a los que puso el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno

Comentarios
13 El Mar de Galilea, o lago de Genesaret o de Tîberiades.
14. Leví, esto es, Mateo (Mat. 9, 9; Luc. 5, 29), nos da un ejemplo de la eficacia de la vocación. Una sola palabra de la boca del Señor, una sola mirada basta para convertirlo de un publicano en un fervoroso apóstol. Su vocación es consecuencia de 1a elección (Juan 15, 16; Rom. 8, 29 ss.). "Dios nos previene para llamarnos, y nos acompaña para glorificamos" (San Agustín). Cf. 1, 20  y nota.17, Es una de las muchas verdades con aspecto de paradoja en boca de Jesús (cf. Luc, 7, 23 y nota) que nos descubre el fondo de su Corazón misericordioso y encierra una divina regla pastoral: buscar a la oveja perdida (Luc. 15, 1ss.). El que se cree sano y justo no puede aprovechar la Redención de Cristo. Cf. Luc. 5, 32.
20. Jesucristo es e1 Esposo que aspira a ganar el amor de todas y cada una de las almas (Mat. 9,
15; Juan 3, 29; II Cor. 11, 2 y nota).
22. El Evangelio, al que San Agustín llama vino, tiene una inmensa fuerza espiritual y rompe los moldes que- quieren someter a nuestra pobre razón los misterios del insondable amor de Dios (II Cor. 10,
5). Cf. Mat. 9, 16 ss. y notas.
26. En I Rey. 21, l ss. se llama Aquimelec, padre de Abíatar, el cual le ayudaba. Cf. Mat. 12, 1ss.
27.¡Quč caridad tan divina refleja esta sentencia! Jesús condena aqui definitivamente todo ritualismo formulista (véase Juan 4, 23 ss.).
6. Los herodíanos o partidarios del rey Herodes eran amigos de los romanos y, por consiguiente, enemigos de los fariseos, eminentemente nacionalistas. Si los dos partidos, tan opuestos, se juntaron, sólo fue por odio, para librarse de Jesús.
13. A lo que Él quiso: Nótese la libre elección divina: "No me elegisteis vosotros, sino que Yo os elegí" (Juan 15, 16). Cf. Rom. 8, 28 ss.; 9, 15 ss.; Ef, 2, 10; II Tim. 1, 9.
17. Véase Mat. 10, 2•4. E1 apodo de Boanerges que significa "hijos del trueno", demuestra que Juan estaba lejos de ser un sentimental, como lo representa a veces el arte, con menoscabo de la sólida piedad. Véase Luc. 9, 53 Y nota.


18 a Andrés, a Felipe, a Bartolomé, a Mateo, a Tomás, a Santiago hijo de Alfeo, a Tadeo, a Simón el Cananeo, 19 y a Judas Iscariote, el que lo entregó.
20 Volvió a Casa, y la muchedumbre se juntó nuevamente allí, de suerte que ni siquiera podían comer pan. 21 Al oírlo los suyos, salieron para apoderarse de Él, porque decían; "Ha perdido el juicio." 22 Pero los escribas, venidos de Jerusalén, decían: "Tiene a Beelzebul y por el jefe de los demonios expulsa a los demonios."
23 ”Mas Él los llamó y les dijo en parábolas: "¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? 24 Y si dentro de un reino hay divisiones, ese reino no puede sostenerse. 25 Y si hay divisiones dentro de una casa, esa casa no podrá subsistir. 26 Si, pues,  Satanás se levanta contra sí mismo y se divide, no puede subsistir, y llegó su fin. 27 Porque nadie puede entrar en la casa del hombre fuerte y quitarle sus bienes, si primero no ata al fuerte; y sólo entonces sí saqueará su casa. 28 En verdad, os digo, todos los pecados serán perdonados A los hombres, y cuantas blasfemias dijeren; 29 pero quien blasfemare contra el Espíritu Santo, no tendrá jamás perdón y es reo de eterno pecado." 30 Porque decían: "Tiene espíritu inmundo.”
31 Llegaron su madre y sus hermanos, y quedándose de pie afuera, le enviaron recado, llamándolo. 32 Estaba sentada la gente alrededor de Él y le dijeron: "Tu madre y tus hermanos están fuera buscándote."` 33 Mas Él les respondió y dijo: ‛‛¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?" 34 Y dando una mirada en torno sobre los que estaban sentados a su alrededor, dijo: "He aquí mi madre y mis hermanos. 35 Porque quien hiciere la voluntad de Dios, ése es mi hermano, hermana y madre."

Capítulo IV
1 De nuevo se puso a enseñar, a la orilla del mar, y vino a El una multitud inmensa, de manera que Él subió a una barca y se sentó en ella, dentro del mar, mientras que toda la multitud se quedó en tierra, a lo largo del mar. 2Y les enseñó en parábolas muchas cosas; y en su enseñanza les dijo; 3 "¡Escuchad! He aquí que el sernbrador salió a  sembrar. 4 Y sucedió que al sembrar una semilla cayó a lo largo del camino, y los pájaros vinieron y la Comieron. 5 Otra cayó en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotó en seguida, por falta de profundidad de la tierra. 6 Mas al subir el sol, se abrasó, y no teniendo raíz, se secó. 7 Otra parte cayó entre abrojos, y los abrojos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. 8 Y otra cayó en buena tierra, brotando y creciendo dio fruto, y produjo treinta, sesenta y ciento por uno." 9 Y agregó: ‛‛¡Quien tiene oídos para oír, oiga!"
10 Cuando Él estuvo solo, preguntáronle los que lo rodeaban con los Doce, (el Sentido de) estas parábolas. 11 “Entonces les dijo: "A vosotros es dado el misterio del reino de Dios; en cuanto a los de afuera, todo les llega en parábolas, 12 para que mirando no vean, oyendo no entiendan, no Sea que se conviertan y se les perdone."
13 Y añadió: ‛‛¿No comprendéis esta parábola? Entonces, ¿cómo entenderéis todas las parábolas?. 14 El sembrador es el que siembra la palabra. 15 Los de junto al camino son aquellos en quienes es sembrada la palabra; mas apenas la han oído, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. 16De semejante manera, los sembrados en pedregal son aquellos que al oír la palabra, al momento la reciben con gozo, 17 pero no tienen raíz en sí mismos, y son tornadizos. Apenas sobreviene una tribulación o una persecución a causa de la palabra, se escandalizan en seguida. 18 Otros son los sembrados entre abrojos; estos son los que escuchan la palabra

Comentarios
21. Ha perdido el juicio: No porque el oído se horrorice de la frase, deja ésta de ser histórica (Maldonado), Véase Luc. 14, 26 y nota. La incomprensión de los parientes de Jesús. confirmada en Juan 7, 5, es una advertencia para los que hemos de ser sus discípulos; pues Él nos anunció que correríamos igual suerte, Cf. Mat, 10, 35 ss.; 13, 57 y nota.
22. Sobre Belzebul véase Mat. 10, 25 y nota. Éste fue el pecado que cometieron los jefes de la nación judía: el atribuir a Satanás lo que era obra del Espíritu Santo. Jesús hace ostentación de mansedumbre al detenerse a demostrar lo absurdo de tan blasfemas aseveraciones. Cf. Mat. 12, 24~28; Luc. 11, 15-20; Cf. Juan 10, 20; 16, 9 y nota.
29. La blasfemia Contra el Espíritu Santo se caracteriza por la malicia y endurecimiento del pecador. De ahí la imposibilidad de que sea perdonada. La misericordia no puede concederse al que no quiere aceptarla.
31. Admiremos la modestia en esta actitud de la Virgen Madre, concordante con la conducta silenciosa y oculta que siempre le vemos observar frente a la vida pública de Jesús. •
32. Tus hermanos:. Véase la nota a Mat, 12, 46,
34. Jesús no desprecia los lazos de la sangre; pero le; antepone siempre la comunidad espiritual (Luc. 11, 28 y nota). Maria es 1a bendita, más porque ciega en Cristo que por haberlo dado a luz (S. Agustín).
5. Brotó en seguida: Es de admirar la elocuencia de esta imagen: la semilla en el estéril pedregal brota más rápidamente que en la tierra buena. Jesús nos enseña a ver en esto una prueba de falta de profundidad (v. 17). Debemos, pues, desconfiar de los primeros entusiasmos, tanto en nosotros como en los demás. De ahí el consejo que San Pablo da a Timoteo sobre los neófitos (I Tim. 3, 6).
8. La buena tierra es el corazón Sin dob1ez. Para creer y "crecer en la ciencia de DiOs" (Col. 1, 10) no Se requiere gran talento (Mat. 11, 25), síno rectitud de intención; hacerse pequeño para recibir las lecciones de Jesús. Sobre esta parábola véase Mat. 13, 1 ss., y sus notas; Luc. 8, 4 ss. 12. Cf. Is. 6, 9s.; Juan 12, 40; Hech. 28, 26; Rom. 11, 8. Dios no es causa de la ceguedad espiritual, pero la permite en los que no corresponden a la gracia. Véase II Tes. 2, 10 ss. y nota.
13. Estas palabras, exclusivas de San. Marcos, muestran la enorme importancia que tiene la parábola del sembrador en la predicación de Jesús, como verdaderamente básica en el plan divino de 1a Salvación, ya que ésta procede de la fe, y la fe viene del modo cómo se escucha la palabra de Dios (Rom.10 , 17 .)

No hay comentarios:

Publicar un comentario