domingo, 1 de julio de 2012

Génesis XXX. 3-37

3 A lo cual ella contestó: "Ahí tienes a mi sierva Bilhá; llégate a ella para que te dé a luz sobre mis rodillas. Así también yo tendré descendencia por medio de ella." 4 Diole, pues a Bilhá, su sierva, por mujer; y Jacob llegóse a ella. 5 Concibió Bilhá y dio a Jacob un hijo. 6 Y dijo Raquel: "Dios me ha hecho justicia, y también ha oído mi voz, concediéndome un hijo" Por eso le llamó Dan. 7 Concibió otra vez Bilhá, sierva de Raquel, y dio a Jacob un segundo hijo. 8 Entonces dijo Raquel: "Luchas de Dios he luchado con mi hermana y he vencido" Y le llamó Neftalí.
9 Ahora bien, cuando Lía vio que había dejado de dar a luz, tomó a Silfá, su sierva y se la dio a Jacob por mujer. 10 Y cuando Silfá, sierva de Lía dio a Jacob un hijo, 11 exclamó Lía: "¡Qué buena suerte!" y le puso por nombre Gad. 12 Silfá, sierva de Lía, dio a Jacob también un segundo hijo, 13 y dijo Lía: "¡Por dicha mía!", porque me llamarán dichosa las doncellas" Y le llamó Aser.
14 Un día salió Ruben, en tiempo de la cosecha de trigo, y halló mandrágoras en el campo que llevó a su madre Lía. Y dijo Raquel a Lía: "Dame, por favor, de las mandrágoras de tu hijo." 15 Mas ella le contestó: "Te parece poco haberme quitado mi marido? ¿Quieres también quitarme las mandrágoras de mi hijo?" A lo cual contestó Raquel: "Duerma entonces contigo esta noche, a trueque de las mandrágoras de tu hijo." 16 A la tarde, cuando Jacob volvió del campo, salió Lía a su encuentro y le dijo: "A mí has de venir, pues te he comprado por las mandrágoras de mi hijo"; por lo cual aquella noche durmió con ella. 17 Y oyó Dios a Lía, que concibió y dio a Jacob un quinto hijo. 18 Y dijo Lía: "Dios ha dado mi recompensa por haber dado mi sierva a mi marido"; y le llamó Isacar. 19 Lía concibió otra vez y dio un sexto hijo a Jacob. 20 Y dijo Lía: "Dios me ha dado un buen regalo; ahora habitará mi marido conmigo, pues le he dado seis hijos." Y le puso por nombre Zabulón. 21 Después dio a luz una hija, a la que llamó Diná
22 Acordóse Dios también de Raquel, la oyó y la hizo fecunda. 23 Concibió y dio a luz un hijo, y dijo: "Quitado ha Dios mi oprobio." 24 Y le puso por nombre José, diciendo: "Añádame Yahvé otro hijo."
25 Cuando Raquel hubo dado a luz a José, dijo Jacob a Labán: "Déjame marchar, e iré a mi lugar y a mi tierra. 26 Dame mis mujeres y mis hijos, por quienes te he servido, y me iré; bien sabes los servicios que te he hecho" 27 Respondióle Labán: "¡Halle yo gracia a tus ojos! He observado que Yahvé me ha bendecido por tu causa." 28 Y agregó: "Fíjame tu salario, y lo daré." 29 Contestó él: "Tú sabes cómo te he servido, y como ha crecido tu hacienda conmigo. 30 Poco era lo que tenías antes de mi venida, pero, se ha aumentado en extremo, pues Yahvé te ha bendecido con mi llegada. Ahora, pues, ¿cuándo podré trabajar también por mi casa?" 31 Preguntóle (Labán): "¿Qué es lo que he de darte?" "No me des nada, respondió Jacob, antes bien haz conmigo lo que te voy a decir, y volveré a pastorear y guardar tu rebaño. 32 Recorreré hoy toda tu grey, apartando de ella todo animal salpicado y manchado y todo animal negro entre los corderos y todo animal manchado y salpicado entre las cabras, y (esto) será mi recompensa. 33 Y responderá por mi rectitud el día de mañana, cuando se presente delante de ti mi salario: Todo lo que no fuere salpicado y manchado entre las cabras, y negro entre los cordero, será en mí un robo." 34 "Bien está, dijo Labán, sea como dices."
35 Y aquel mismo día separó los chivos listados y manchados y todas las cabras salpicadas y manchadas, todo lo que tenía algo de blanco, y todo lo negro entre los cordero, y lo entregó en manos de sus hijos. 36 Además fijó una distancia de tres jornadas entre él y Jacbo, el cual siguió apacentando el resto del rebaño del Labán. 37 Entonces tomó Jacob unas varas verdes de álamo, de almendro y de plátano, y quitóles parte de la corteza, dejando al descubierto lo blanco de las varas.

Comentarios
3 Propuesta análoga hizo en su tiempo Sara a Abrahán (16, 2). Según la ley babilónica la esposa que no tenía hijos podía dar a su marido una esclava (véase 16, 2 nota). Sobre mis rodillas: término jurídico que quiere decir que la señora considera a los hijos de la esclava como suyos
8 ¡Qué rivalidad tan extraña! Las mujeres israelitas se disputaban el mayor número de hijos. Para ellas el nacimiento de un hijo era una señal de la bendición de Dios, y en realidad lo es. ¡Cuántas mujeres de hoy, aún cristianas, no lo saben!
15 La mandrágora, planta narcótica, se usaba como remedio. Las mujeres le atribuían, supersticiosamente, otras virtudes.
20 Esta vez se encierra en la interpretación del nombre un gracioso juego de palabras, que no puede ser reproducido en castellano, por que los vocablos: "dar un regalo" y "habitar", que en el hebreo muestran consonancia, no la tienen en nuestro idioma
23 ss Raquel fue estéril durante muchos años. Todas las demás mujeres de su marido llegaron a ser madres, menos ella que poseía su amor. Pero "acordóse" de ella el Señor (v. 22) y le concedió, benignamente, un hijo, Raquel no se contentó con el hijo que Dios le había mandado. Quiso tener otro más, pues dijo: "Añádame Yahvé otro hijo" (v. 24). Pidió otro hijo, más sin saber que iba a pagar eta nueva vida con la propia suya (35, 16 ss)
32 Hay que anticipar que las ovejas y cabras de aquella región son en general de color negro. Además, Labán tomaba para si todos los animales de varios colores (v. 35), dejando en manos de Jacob sólo los de color negro, ¿Cómo podrían entonces nacerle a Jacob animales de varios colores? Por eso la propuesta hecha a Jacob, de quedarse con los de varios colores parecía favorecer a Labán, quien estaba seguro de obtener de este modo el 99% de las crías.
37 Para contrarrestar la avaricia de Labán, procuró Jacob proporcionarse a sí mismo lo que le correspondía. Según S. Crisóstomo, el artificio servía solamente para encubrir el milagro que Dios hacia para indemnizar a Jacob

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