domingo, 1 de julio de 2012

Génesis XXX 38-43; XXXI. 1-31

38 Y colocó las varas así descortezadas en los canales o abrevaderos de agua a donde venían los animales a beber. (Las colocó) a la vista de los animales, para que se encelasen al tiempo de beber. 39 Y así se encelaban los animales a la vista de las varas y parían crías listadas, salpicadas y manchadas. 40 Y Jacob separó los corderos, dirigiendo ese ganado hacia las reses listadas y poniendo, en cambio, todo lo negro en el rebaño de Labán; y él colocó sus hatos aparte, sin ponerlos junto al rebaño de Labán. 41 Y cada vez que se encelaban las reses robustas, ponía Jacob las varas ante los ojos del ganado en los abrevaderos, para que se encelasen ante las varas. 42 Mas cuando el ganado esta débil, no las ponía de modo que las crías débiles eran para Labán, y las robustas para Jacob. 43 Así el hombre se enriqueció de un modo extraordinario, y tuvo muchos rebaños, siervas y siervos, camellos y asnos.
Capítulo XXXI
1 Oyó Jacob las palabras de los hijos de Labán, que decían: "Jacob se ha apoderado de todo lo que era de nuestro padre, y con la hacienda de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza." 2 Jacob observó también el rostro de Labán y vio que no era para él como antes. 3 Dijo, pues, Yahvé a Jacob: "Vuélvete a la tierra de tus padres y a tu parentela, y Yo estaré contigo." 4 Entonces Jacob envió a llamar a Raquel y a Lía al campo, donde estaban sus rebaños, 5 y les dijo: "Veo que el rostro de vuestro padre no es para mí como antes, mas el Dios de mi padre ha estado conmigo. 6 Como sabéis he servido a vuestro padre con todas mis fuerzas; 7 pero vuestro padre se ha burlado de mí, cambiando diez veces mi salario, aunque Dios no le ha permitido dañarme. 8 Si él decía: "Las ovejas salpicadas serán tu salario", todas las ovejas parían crías salpicadas. Y si decía: "Las listadas serán tu salario", entonces todas las ovejas parían crías listadas. 9 De esta suerte dios ha quitado la hacienda de vuestro padre y me la ha entregado a mí, 10 Al tiempo que las ovejas entraban en calor, alcé mis ojos y vi en sueños que los machos que cubrían el ganado eran listados, salpicados y manchados. 11 Y me dijo el Angel de Dios en sueño: "¡Jacob!", a lo cual yo respondí: "Heme aquí." 12 Y dijo El: "Alza los ojos, y verás que todos los machos que cubren el ganado son listados, salpicados y manchados, porque he visto todo lo que te ha hecho Labán. 13 Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste un monumento, y donde me hiciste un voto. Ahora, pues, levántate, sal de esta tierra, y vuelve al país de tu nacimiento."
14 Respondieron Raquel y Lía, diciéndole: "¿Tenemos acaso todavía alguna parte y herencia en la casa de nuestro padre? 15 ¿No nos ha tratado como extranjeras?, pues nos vendió, y se comió por completo nuestro dinero. 16 Mas ahora toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, es nuestra y de nuestros hijos. Haz, pues, cuanto te ha dicho Dios." 17 Levantóse entonces Jacob, hizo subir a sus hijos y a sus mujeres sobre los camellos, 18 y llevándose todo su ganado y toda su hacienda que había adquirido, los bienes que había ganado en Mesopotamia, y se fue a Isaac, su padre, al país de Canaán.
19 Labán había ido a esquilar sus ovejas. Entre tanto robó Raquel los terafim que tenía su padre, 20 y Jacob, engañó a Labán, arameo, no comunicándole su huída. 21 Pues huyó con todo lo que era suyo. y levantándose pasó el río, y se encaminó hacia las montañas de Galaad, 22 Al tercer día recibido Labán la noticia de que Jacob había escapado. 23 Entonces tomó a sus hermanos consigo, y persiguiéndolo durante siete días, le dio alcance en la montaña de Galaad. 24 Mas Dios llegóse a Labán, arameo, en sueño durante la noche, y le dijo: "Guárdate de decir a Jacob cosa alguna, sea buena, sea mala. " 25 Alcanzó, pues, Labán a Jacob, cuando éste tenía fijadas sus tiendas en el monte, y acampó también Labán, con sus hermanos en el monte de Galaad.
26 Y dijo Labán a Jacob: "¿Qué es lo que has hecho? Me engañaste y te has llevado a mis hijas como cautivas de guerra. 27¿Por qué escapaste secretamente, engañándome, y no me avisaste? Te habría despedido con alegría y cantos, con tamboriles y cítaras. 28 Ni siquiera me has dejado besar a mis hijos y a mis hijas. De veras, has obrado neciamente. 29 Está en mi mano haceros mal; pero el Dios de vuestro padre me habló anoche, diciendo: "Guárdate de decir a Jacob cosa alguna, sea buena, sea mala" 30 Mas ya que has partido, porque tanto deseabas ir a la casa de tu padre, ¿por qué has robado mis dioses?" 31 Contestó Jacob, y dijo a Labán: "Tuve miedo, pues pensaba que tal vez me quitarías tus hijas

Comentarios
40 Texto muy oscuro. Hemos preferido la traducción de Bover-Cantera que transcribimos al pie de la letra.
4 Jacob llevaba en casa de Labán veinte años (vers. 38), sirviéndole siete años por Lía, siete por Raquel, y luego seis años (vers. 41) por el contrato mencionado en 30, 22 ss
7 Diez veces: esto es, muchas veces (Orígenes). Véase Lev. 26, 26, donde el número diez también se usa en sentido de mucho
9 Se manifiesta aquí que las industrias que Jacob aplicaba eran inspiradas por Dios, quien de esta manera recompensaba a su servidor.
11 El Angel de Dios: Era el mismo Dios, como se ve por el vers. 13 Cf. 16, 7 y 38, 10-19
17 Eran once hijos, el mayor de los cuales tenía alrededor de trece años. Benjamín, el menor, nació en Canaán (35, 16 ss)
19 Los terafim eran, lo mismo que en Roma, los "penates", los espíritus tutelares de la familia. Es evidente que esta superstición venía de la familia de Labán. Los terafim aparecen varias veces en la historia de Israel (cf. IV Rey 23, 24; Zac. 10, 2)
21 El río: el Eufrates. Galaad, región transjordánica que se extiende entre los ríos Yarmuch y Yacob, tributarios del Jordán, distante de Harán (Mesopotamia) unos 600 kms
23 Guardate de decir... sea mala. Es un giro que quiere decir: Confórmate con lo sucedido

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