sábado, 21 de julio de 2012

Evangelio según San Mateo cap. 16; 17; 18. 1-2


Capítulo XVI
1 Acercáronse los fariseos y saduceos y, para ponerlo a prueba le pidieron que les hiciese ver alguna señal del cielo. 2 Mas El les respondió y dijo: "Cuando  ha llegado la tarde, decís: "Buen tiempo, porque el cielo está rojo", 3 y a la mañana: "Hoy habrá tormenta, porque el cielo tiene un rojo sombrío". Sabéis discernir el aspecto del cielo, pero no las señales de los tiempos. 4 Una generación mala y adúltera requiere una señal: no le será dada otra que la del profeta Jonás". Y dejándolos, se fue.
5 Los discípulos, al ir a la otra orilla, habían olvidado de llevar panes. 6 Y Jesús les dijo: "Mirad y guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos." 7 Ellos dentro de sí discurrían diciendo: "Es que no hemos traído panes". 8 Mas Jesús lo conoció y dijo: "Hombre de poca fe; ¿qué andáis discurriendo dentro de vosotros mismos que no tenéis panes? 9 ¿No enetendéis todavía, ni recordáis los cinco panes de los cinco mil, y cuántos canastos recogisteis? 10 ¿Ni los siete panes de los cuatro mil, y cuántos canastos recogisteis? 11 ¿Cómo no entendéis que no de los panes os quería hablar al deciros: "Guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos?" 12 Entonces, comprendieron que no había querido decir que se guardasen de la levadura de los panes, sino de la doctrina de los fariseos y saduceos.
13 Y llegado Jesús a la región de Cesárea de Filipo, propuso esta cuestión a sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" 14 Respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista, otros Elías, otros Jeremías o algún otro de los profetas". 15 Díjoles: "Y según vosotros, ¿quién soy Yo?" 16 Respondióle Simón Pedro y dijo: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo". 17 Entonces Jesús le dijo: "Bienaventurado eres, Simón Bar-Yona, porque carne y sangre no te lo reveló, sino mi Padre celestial. 18 Y Yo, te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del abismo no prevalecerán contra ella. 19 A ti te daré las llaves del reino de los cielos: lo que atares sobre la tierra, estará atado en los cielos, lo que desatares sobre la tierra, estará desatado en los ciegos". 20 Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que El era el Cristo.
21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que El debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas, y ser condenado a muerte y resucitar al tercer día. 22 Mas Pedro, tomándolo aparte, se puso a reconvenirle, diciendo: "¡Lejos de Ti, Señor! Esto no te sucederá por cierto". 23 Pero El volviéndose, dijo a Pedro: "¡Quítateme de delante, Satanás! ¡Un tropiezo eres para Mí, porque no sientes las cosas de Dios, sino las de los hombres!"
24 Entonces dijo a sus discípulos: "Si alguno quiere seguirme renúnciese a sí mismo, y lleve su cruz y siga tras de Mi. 25 Porque el que quisiere salvar su alma, la perderá; y quien pierda su alma por mi causa, la hallará. 26 Porque ¿de qué sirve al hombre, si gana el mundo entero, mas pierde su alma? ¿O qué podrá dar el hombre a cambio de su alma? 27 Porque el Hijo del hombre ha de venir, en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras. 28 En verdad, os digo, algunos de los que están aquí no gustarán la muerte sin que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su Reino.
Comentarios

3 Las señales de los tiempos: el cumplimiento de las profecías mesiánicas, los milagros y la predicación de Jesús. Como por el arrebol pueden opinar sobre el tiempo que ha de hacer, así podrían reconocer la llegada del Mesías por el cumplimiento de los vaticinios (Cf. 24, 32 ss.; Marc 13, 28 ss.; Luc 21 29)
12 Sobre la levadura véase 13, 33 y nota.
13 Cesárea de Filipo, hoy día Banías, situada en el extremo norte de Palestina, cerca de una de las fuentes del Jordán
18 Pedro (Piedra) es, como lo dice su nombre, el primer fundamento de la Iglesia de Jesucristo (véase Ef. 2, 20) que los poderes infernales nunca lograrán destruir, Las llaves significan la potestad espiritual. Los santos Padres y toda la Tradición ven en este texto el argumento más fuente en pro del primado de S. Pedro y de la infalible autoridad de la Sede Apostólica. "Entretanto, gritó a quien quiera oírme: estoy unido a quienquiera lo esté a la "Cátedra de Pedro" (S. Jerónimo)
20 Como señala Fillion, las palabras de este pasaje marcan "un nuevo punto de partida en la enseñanza del Maestro". Cf. Juan 17, 11; 18, 36. Desconocido por Israel (v. 14), que lo rechaza como Mesías-Rey para confundirlo con un simple profeta, Jesús termina entonces con esa predicación que Juan había iniciado según "la Ley y los Profetas" (Luc 16, 16; Mat 3, 10; Is 35, 5 y notas) y empieza desde entonces (v. 21) a anunciar a los que creyeron en El (v. 15 s) la fundación de su Iglesia (v. 18) que le formará a raíz de su Pasión, muerte y resurrección (v. 21) sobre la fe de Pedro (v. 16 ss.: Juan 21, 15 ss.; Ef 2, 20), y que reunirá a todos los hijos de Dios dispersos (Juan 11, 52; 1, 11-13), tomando también de entre los gentiles un pueblo para su nombre (Hech 15, 14); y promete El mismo las llaves del Reino a Pedro (v. 19). Este es, en efecto, quien abre las puertas de la fe cristiana a los judíos (Hech 2, 38-42) y luego a los gentiles (Hech 10, 34-46) Cf 10, 6 y nota
23 Así como los apóstoles en general, tampoco San Pedro llegó a comprender entonces el pleno sentido de la misión mesiánica de Jesús, que era inseparable de su Pasión. Vemos así que el amor de Pedro era todavía sentimental, y continuó siéndolo hasta que recibió al Espíritu Santo el día de Pentecostés. Esto explica que en Getsemaní abandonase a Jesús y luego lo negase en el palacio del pontífice.
24 Entonces, es decir, vinculando con lo que precede. Conviene notar aquí el contraste de Jesús con el mundo, Este, siguiendo al pagano Séneca, nos recomienda, como una virtud, el "Afirmate", Jesús, sin el cual nada podemos, nos dice, en cambio: "Niégate" (para que Yo te afirme). No nos dice: Resígnate a la desdicha, sino al revés: Hazte niño confiado y obediente, entrégate como hijo mimado, y Yo te daré el gozo mío (Juan 17, 13); tendrás cuanto pidas (Marc 11, 24) y mi Padre velará para que nada te falte (6, 33)
28 Algunos discuten el sentido de este pasaje. La opinión de San Jerónimo y San Crisóstomo que refieren estas palabras a la Transfiguración de Jesús la cual en una visión anticipada de su futura gloria, esta abonada por lo que dicen los apóstoles (Juan 1, 14; II Pedro 1, 16-19). Véase Marc 8, 38 y 9, 1; Luc 9, 27,


Capítulo XVII
1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan su hermano, y los llevó aparte, sobre un alto monte. 2 Y se transfiguró delante de ellos: resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. 3 Y he ahí que se les aparecieron Moisés y Elías, que hablaban con El. 4 Entonces, Pedro habló y dijo a Jesús: "Señor, bueno es que nos quedemos aquí. Si quieres, levantaré aquí tres tiendas, una para Ti, una para Moisés, y otra para Elías". 5 No había terminado de hablar cuando una nube luminosa vino a cubrirlos, y una voz se hizo oír desde la nube que dijo: "Este es mi Hijo, el Amado, en que me complazco; escuchadlo a El". 6 Y los discípulos, al oírla, se prosternaron, rostro a tierra, poseídos de temor grande. 7 Mas Jesús se aproximó a ellos, los tocó y les dijo: "Levantaos; no tengáis miedo." 8 Y ellos, alzando los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo.
9 Y cuando bajaban de la montaña, les mandó Jesús diciendo: "No habléis a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos". 10 Los discípulos le hicieron esta pregunta: "¿Por qué, pues, los escribas dicen que Elías debe venir primero?" 11 El les respondió y dijo: "Ciertamente, Elías vendrá y restaurará todo. 12 Os declaro, empero, que Elías ya vino, pero no lo conocieron, sino que hicieron con él cuanto quisieron. Y así el mismo Hijo del hombre tendrá que padecer de parte de ellos". 13 Entonces los discípulos cayeron en la cuenta que les hablaba con relación a Juan el Bautista.
14 Cuando llegaron adonde estaba la gente, un hombre se aproximó a El, y, doblando la rodilla, le dijo: 15 "Señor, ten piedad de mi hijo, porque es lunático y está muy mal; pues muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. 16 Lo traje a tus discípulos, y ellos no han podido sanarlo". 17 Respondióle Jesús y dijo: "Oh raza incrédula y perversa, ¿hasta cuándo os habré de soportar? Traédmelo acá". 18 Increpóle Jesús, y el demonio salió de él, y el niño quedó sano desde aquella hora. 19 Entonces los discípulos se llegaron a Jesús, aparte, y le dijeron: "¿Por qué nosotros no hemos podido lanzarlo?" 20 Les dijo: "Por vuestra falta de fe. Porque en verdad os digo: Que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diríais a esta montaña: "Pásate de aquí, allá, y se pasaría, y no habría para vosotros cosa imposible". 21 [En cuanto a esta ralea, no se va sino con oración y ayuno.]
22 Y yendo juntos por Galilea, Jesús les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; 23 y lo harán morir, y al tercer día resucitará. Y se entristecieron en gran manera.
24 Cuando llegaron a Cafarnaúm acercáronse a Pedro los que cobraban las didracmas y dijeron: "¿No paga vuestro Maestro las dos dracmas?" 25 Respondió: "Sí". Y cuando llegó a la casa, Jesús se anticipó a decirle: "Qué te parece, Simón: los reyes de la tierra, ¿de quién cobran las tasas o tributo, de los hijos o de los extraños?" 26 Respondió: "De los extraños". Entonces Jesús le dijo: "Así, pues, libres son los hijos. 27 Sin embargo, para que no los escandalicemos, ve al mar a echar el anzuelo, y el primer pez que suba, sácalo, y abriéndole la boca encontrarás un estatero. Tómalo y dáselo por Mí y por ti."


Capítulo XVIII
1 En aquel tiempo, los discípulos se llegaron a Jesús y le preguntaron: "En conclusión, ¿quién es el mayor en el reino de los cielos? 2 Entonces, El llamó a sí a un niño, lo puso en medio de ellos,


Comentarios
3 En la interpretación de los Santos Padres, Moisés representa la Ley Antigua, y Elías a los Profetas. Ambos vienen a dar testimonio de que Jesús es el verdadero Mesías, en quien se cumplen todos los divinos oráculos dados a Israel. Cf. 16, 20 y nota.
5 Escuchadlo: "Si a cualquier pueblo, culto o salvaje, se dijera que la voz de un dios había sido escuchada en el espacio, o que se había descubierto un trozo de pergamino con palabras enviadas desde otro planeta... imaginemos la conmoción y el grado de curiosidad que esto produciría, tanto en cada uno como en la colectividad. Pero Dios Padre habló para decirnos que un hombre era su Hijo, y luego nos habló por medio de ese Hijo y enviado suyo (Hebr 1, 1 ss.) diciendo que sus palabras eran nuestra vida. ¿Donde están, pues, esas palabras? y ¡cómo las devorarán todos! Están en un librito que se vende a pocos céntimos y que casi nadie lee. ¿Qué distancia hay de esto al tiempo anunciado por Cristo para su segunda venida, en que no habrá fe en la tierra?" (P. d' Aubigny)
11 s. Jesús no lo niega, antes bien les confirma que la misión de Juan es la de Elías. Pero les hace notar, en 11, 11-15 que su misión mesiánica sería rechazada por la violencia, y entonces Elías tendrá que volver al fin de los tiempos como precursor de su triunfo. Cf. Luc 1, 17; 16, 16; Mal 3, 1; 4, 5.
20 s. Falta de fe: en griego apistía. Algunos códices dicen: poca fe (oligopistía). La Vulgata dice: incredulidad. Lo que el Señor agrega en este v. y lo que dijo en v. 17 parece confirmar esta versión, lo mismo que el paralelo de Luc 17, 6. El v. 21, que va entre corchetes, falta en el Codex Vaticanus y todo el contexto de este pasaje demuestra, como hemos visto, que se trata más bien de una lección de fe. Pásate de aquí allá, etc.: Según S. Crisóstomo, Cristo quiere enseñarnos la eficacia de la fe que vence todos los obstáculos. Las "montañas" más grandes son las conversiones de almas que Dios permite hacer a aquellos que tienen una fe viva. Cf. Luc 17, 6
1 ss. Sobre este punto fundamental cf. Luc 1, 49 ss.; Marc 10, 14 s y notas, "Si el valor de una conducta se mide por el premio, aquí está la principal. ¡Y pensar que la pequeñez es lo que menos suele interesarnos!"

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