domingo, 1 de julio de 2012

Génesis II. 23-25; III. 1-4

23 y dijo el hombre: "Esta vez sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada varona, porque del varón ha sido tomada". 24 Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se adherirá a su mujer, y vendrán a ser una sola carne. 25 Estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, más no se avergonzaban
Capítulo III
1 La serpiente, que era el más astuto de todos los animales del campo que Yahvé Dios había hecho, dijo a la mujer: "¿Cómo es que Dios ha mandado: "No comáis de ningún árbol del jardín"?" 2 Respondió la mujer a la serpiente: "Podemos comer del fruto de los árboles del jardín; 3 más del fruto del árbol que está en el medio del jardín, ha dicho Dios: "No comáis de él, ni lo toquéis, no sea que muráis". 4 Replicó la serpiente a la mujer: "De ninguna manera moriréis;

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23 Varona: Así dice el hebreo y también la traducción de Scío. Usando la palabra varón en su forma femenina "varona", hoy caída en desuso, se ve perfectamente que ante Dios, la mujer y el hombre tienen el mismo valor, aunque no la misma posición
24. Este vers. atestigua la institución divina del matrimonio, fundamento de la sociedad humana, cuya célula es la familia. El hombre y la mujer serán una carne, lo cual implica. El hombre y la mujer la indisolubilidad y unidad del matrimonio, como lo explica Jesús en Mat 19, 7-8, donde cita nuestro pasaje y agrega: "A causa de la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres, más al principio no fué así". Es éste uno de los pocos pasajes en que Jesucristo ha dado normas a las ciencias profanas; en este caso para la etnología e historia de la cultura. Sin embargo, debemos comprobar que los eruditos modernos, salvo muy pocas excepciones, no hacen caso de esa palabra de Cristo, sino que sostienen que al principio las relaciones entre varón y mujer obedecían a la ley de la promiscuidad y que los primeros hombres vivían en poligamia. Son ésos los primeros etnólogos que sostienen también que, al comienzo de la historia del género humano, reinaba el politeísmo y no el monoteísmo, con lo cual desprecian expresamente a Dios quien dice claramente que al principio todo estaba bien, muy bien (1, 31). Esto significa que la depravación, el politeísmo, la poligamia, son la segunda etapa de la cultura humana, no la primera. Su consecuencia fué, como veremos en los caps. 6 y 7, el diluvio.
25 Adán; Otros traducen el hombre. "En hebreo sólo a partir de 4, 25 aparece el nombre (Adán) sin artículo y como propio, cuando por haberse hablado ya de otros hombre era preciso individualizarlo" (Bover-Cantera). Para mayor claridad lo usamos ya ahora. No se avergonzaban, porque eran como niños. Este pequeño detalle arroja no poca luz sobre el estado extraordinariamente feliz de los primeros padres. "El misterio del estado original es tan grande y maravilloso que recién la revelación del Logos encarnado, la revelación del Nuevo Testamento, nos ha proporcionado sobre él una claridad beatificadora, en especial la profunda teología de S Pablo, la que, por la inspiración divina de sus Epístolas se eleva a la esfera de la infalible revelación divina, y no puede, por tanto, oponerse a la doctrina de Cristo, como si fuese especulación rabínica o "exaltación" dogmática de la sencilla enseñanza de Jesús, contenida en los sinópticos" (Rahner, Teología Kerigmática). Solamente la doctrina de la filiación divina, que S Pablo explica particularmente en la Carta a los Efesios, es capaz de darnos una idea del estado primitivo que se perdió por el pecado. Si Cristo vino al mundo para restaurar lo que Adán había perdido, fue para darnos de nuevo la capacidad de ser hijos de Dios como lo fué Adán
1. La serpiente: no un ser fantástico, sino una verdadera serpiente (como se deduce del v. 14), de la cual se sirvió el diablo, el cual en el Apocalipsis se llama "la antigua serpiente" (Apoc 12, 9; 20, 2). Algunos como p. ej. Ceuppens, prefieren entender directamente el diablo en forma de serpiente. Los antiguos creían que tenía patas (cf, las representaciones de las catacumbas) y que era semejante al dragón que en la antigüedad era llevaba también el nombre de serpiente. En la serpiente apareció Satanás por primera vez como Angel de luz (II Cor 11, 14) táctica que desde entonces usa con creciente éxito. El más astuto, en este caso de un modo especial, por ser el diablo. Sobre el carácter mentiroso y envidioso de este enemigo número 1 del género humano, vease Sab, 2, 24; Juan 8, 44; II Cor 4, 4; Apoc 12, 9, etc. El es el padre de la mentira, de lo cual tenemos la primera prueba en este mismo pasaje, donde se maravilla de un precepto que cita en forma exagerada, pues Dios no dijo: "No comáis de ningún árbol del jardín". Otros traducen: "No comáis de todos los árboles", pero "no todo" significa en hebreo "ninguno". El diablo se dirige a Eva, aprovechando la curiosidad y flaqueza de la mujer y su influencia sobre el marido. El hecho de que la serpiente hablase como un ser racional no extrañaba a Eva, porque antes de la caída Adán y Eva vivían como niños, y toda la naturaleza que los rodeaba era para ellos un milagro, de manera que prácticamente no atendían a la diferencia entre lo natural y lo milagroso. El P Páramo explica este fenómeno psicológico que tan hábilmente aprovecha el diablo, citando las palabras de S. Cirilo, quien dice que Eva, como acababa de salir de las manos de Dios, pudo entrar en duda de si habría algún animal más perfecto que los otros, que pudiese hablar; o si acaso le hablaba algún ángel por medio de la serpiente, sin conocer que fuese bueno o malo. Es de notar que Satanás no pronuncia el nombre de Yahvé (Señor), sino solamente el de Elohim (Dios), lo mismo que Eva en la respuesta (v.3) mientras que en toda esta narración el nombre de Dios es Yahvé Elohim (Yahvé Dios)
2 s. La respuesta de Eva muestra pleno conocimiento del precepto de Dios, pero agrega "ni lo toquéis" lo cual Dios no había dicho en 2,17
4 s. La serpiente, viendo la debilidad de Eva, va más lejos, tachando de mentiroso al mismo Dios y prometiendo más cosas que el Creador; inmortalidad, omnisciencia, felicidad absoluta, y ante todo igualdad con Dios. De ninguna manera moriréis; mentira sarcástica, como se manifiesta después en el vers. 7 Eva toma las palabras en otro sentido que el tentador maligno. Conocedores del bien y del mal (v. 5): Estas palabras pueden significar dos cosas: a) conoceréis todas las cosas, las buenas y las malas; o 2) sabréis la diferencia entre lo bueno y lo malo. Otra forma de sarcasmo diabólico; pues esto se realizó pero muy de otra manera. El diablo no sospechaba que el ansia del mismo Dios consistía precisamente en otorgar a los hombres su propia vida divina, pero no por vía de rebelión, sino por vía de obediencia a su mandato. Notamos ya en este primer encuentro del diablo con el hombre el signo característico de toda rebeldía contra Dios, esa contradicción esencialmente diabólica, que consiste no ya sólo en la monstruosa ingratitud de aprovechar un don para ofender al donante, sino la indecible estupidez de pretender que somos algo frente al que nos sacó de la nada. Tal fue la actitud de los ángeles rebeldes (cf. Is 14, 12 ss y nota), y tal fue igualmente el móvil del primer pecado del género humano, cometido bajo los auspicios del diablo. Otra característica, no menos significativa, se revela en esta primera aparición de Satanás en el escenario de la tierra; su audacia en penetrar en el jardín de Dios, en el paraíso, y llevar su ataque contra el mismo centro del Reino de Dios que estaba en sus primeros comienzos. De la misma manera se metió también en el colegio más santo del mundo, el de los apóstoles, por medio de su representante Judas. Estemos seguros que el enorme éxito que tuvo con este método le ha inducido a seguirlo y a perfeccionarlo, Por eso, si queremos localizar a Satanás, no hemos de buscarle en el desierto, sino metido en los centros y en los puntos neurálgicos y bien disfrazado como "ángel de luz" (II Cor 11, 14). Solamente así se explica el misterio de la apostasía ajo forma de piedad de la cual habla S Pablo en II Tes 2, 3 ss.

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