domingo, 1 de julio de 2012

Génesis V 6-32; VI. 1-4

6 Set tenía ciento cinco años cuando engendró a Enós, 7 Y vivió set, después de engendrar a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. 8 Y fueron todos los días de Set novecientos doce años, y murió.
9 Enós tenía noventa años cuando engendró a Cainán. 10 Vivió Enós, después de engendrar a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas. 11 Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años, y murió
12 Cainán tenía setenta años, cuando engendró a Mahalalel. 13 Vivió Cainán, después de haber engendrado a Mahalalel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas. 14 Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años, y murió.
15 Mahalalel tenía sesenta y cinco años cuando engendró a Yared. 16 Vivió Mahalalel después de engendrar a Yared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. 17 Y fueron todos los días de Mahalalel ochocientos noventa y cinco años y murió.
18 Yared tenía ciento sesenta y dos años cuando engendró a Enoc. 19 Vivió Yared, después de engendrar a Enoc, ochocientos años y engendró hijos e hijas. 20 Y fueron todos los días de Yared novecientos sesenta y dos años, y murió
21 Enoc tenía sesenta y cinco años cuando engendró a Matusalén. 22 Anduvo Enoc con Dios, (viviendo) después de engendrar a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. 23 Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. 24 Enoc anduvo con Dios, y desapareció porque Dios se lo llevó
25 Matusalén tenía ciento ochenta y siete años cuando engendró a Lamec. 26 Vivió Matusalén, después de engendrar a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. 27 Y fueron todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años, y murió. Lamec tenía ciento ochenta y dos años, cuando engendró un hijo, 29 al cual puso por nombre Noé, diciendo: Este nos consolará de nuestras fatigas y del trabajo de nuestras manos, causado por la tierra que maldijo Yahvé. 30 Vivió Lamec, después de engendrar quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas. 31  Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años, y murió.
32 Noé tenía quinientos años, cuando engendró a Sem, Cam y Jafet
Capítulo VI
1 Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y les nacieron hijas, 2 y vieron los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron de entre todas ellas por mujeres las que les agradaron. 3 Entonces dijo Yahvé: "No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, a causa de su delito; no es más que carne, y serán sus días ciento veinte años." 4 En aquellos días había gigantes en la tierra, y también después cuando los hijos de Dios se llegaron a las hijas de los hombres y ellas les dieron hijos. Estos son los héroes, los varones famosos de la antigüedad.

Comentarios
24. Del patriarca Henoc, que desapareció sin haber visto la muerte, dice la Sagrada Escritura en otro lugar: "Henoc agradó a Dios y fue trasladado al paraíso para predicar a los pueblos la penitencia" (Ecli 44, 16, Vulgata; cf. 49,16). En la carta de San Judas leemos que el patriarca Henoc anunció a los impíos el castigo, y San Pablo lo alaba como ejemplo de fe (Hebr. 11, 15). Muchos Padres sostienen que Henoc ha de venir por segunda vez, como Elías, para combatir al Anticristo, y la exégesis tradicional toma a Henoc y a Elías por los dos testigos de Apoc. 11,3 ss. Hay un libro que lleva el nombre de Henoc, pero por ser apócrifo no ha sido recibido como canónico aunque gozaba de mucho prestigio en la era patrística
29 Alusión al nombre de Noé que significa consuelo o consolador
2 ¿Quiénes son esos hijos de Dios? No se trata aquí de reminiscencias mitológicas, pues la Biblia no ofrece mitologías sino verdades. La interpretación judía, y la de muchos Padres ha visto en los hijos de Dios a los ángeles. Santo Tomás, empero de que los ángeles, aunque asumen a veces una apariencia corpórea, no tienen cuerpos materiales y por lo mismo no realizan aquellos actos vitales que se indican en este pasaje. Además, el término "hijos de Dios", no es exclusivo de los ángeles, sino que se aplica también al hombre, p. ej. en Deut 14, 1; Sab 5, 5; Os 1, 10 (hebr 2, 1). Las hijas de los hombres: las mujeres de la raza de Caín, que corrompieron a los "hijos de Dios", es decir, a los hijos del linaje de Set. Tenemos aquí el primer fruto de los matrimonios mixtos.
4 s. Gigantes: hijos de los matrimonios aludidos en el vers. 2. Cultivaban la fuerza física bruta y pisoteaban los derechos de Dios y de los hombres. El profeta Barcuc los llama diestros en la guerra (Baruc 3, 26), la que constituía su ocupación principal. La existencia de gigantes está atestiguada no solamente por la Biblia, aún para el tiempo después del diluvio (Num 13, 29; Deut 2, 10; 3, 11; etc), sino también por las tradiciones orales de muchos pueblos, y ante todo por las excavaciones modernas. Famosos; tal vez por sus progresos técnicos, como los cainitas (4, 17 y nota), pero mucho más por sus maldades, que les acarrearon el castigo del diluvio. Ante ellos, y ante todos sus contemporáneos, se presenta Noé como "predicador de la justicia" (II Pedro 2, 5), para recordarles las leyes de Dios, aunque su misión está condenada al fracaso, a pesar de los ciento veinte años que Dios le concede para su obra de profeta y predicador (cf. v 12 s). No le hicieron caso, sino que "siguieron comiendo y bebiendo, tomando en matrimonio y dando en matrimonio, hasta el día en que entró Noé en el arca" (Mat 24, 38)

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