domingo, 1 de julio de 2012

Génesis XLI. 17-48

17 Dijo entonces el Faraón a José: "En mi sueño, parecíame que estaba de pie a la orilla del río, 18 y he aquí que subían del río siete vacas gordas de carne y hermosas de aspecto, que pacían en los lugares lagunosos. 19 Mas he aquí que otras siete vacas subían detrás de ellas, delgadas, y muy feas de parecer y flacas de carne; nunca las he visto tan feas como ellas, en todo el país de Egipto. 20 Y las vacas flacas y feas devoraron a las primeras siete vacas gordas, 21 las cuales entraron en su vientre sin que se notase que en él hubieran penetrado, siendo su aspecto tan feo como antes. Y desperté. 22 Vi también en mi sueño siete espigas que brotaban de una misma caña, gruesas y lozanas. 23 Mas tras de ellas brotaban siete espigas secas, delgadas y abrasadas por el solano; 24 y las siete espigas delgadas se tragaron a las siete espigas buenas. Se lo he contado a los adivinos mas no hay quien lo interprete."
25 Dijo entonces José al Faraón: "El sueño del Faraón es uno solo. Dios ha manifestado al Faraón lo que va a hacer. 26 Las siete vacas hermosas son siete años, y las siete espigas lozanas son siete años; el sueño es uno mismo. 27 Las siete vacas flacas y feas, que subían después de ellas, son también siete años, y serán, (como) las siete espigas vacías que abrazó el solano, siete años de grande abundancia en todo el país. 30 Después de ellos vendrán siete años de hambre, y se olvidará en la tierra de Egipto toda la abundancia, pues el hambre consumirá el país. Y no se conocerá más la abundancia del país a causa del hambre que la seguirá y que será muy grande. 32 La repetición del sueño al Faraón por dos veces significa que es cosa establecida por parte de Dios, y Dios se apresura a ejecutarla.
33 Ahora, pues, busque el Faraón un hombre entendido y sabio y póngale al frente del país de Egipto, 34 y procure el Faraón nombrar intendentes sobre el país, que durante los siete años de abundancia recojan la quinta parte (de la cosecha) en la tierra de Egipto, 35 y junten así toda la producción (sobrante) de estos años buenos que vienen, y almacene trigo a disposición del Faraón, para abastecimiento de las ciudades, y lo conserven, 36 a fin de que esta producción sea una reserva para el país cuando vengan los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto. De esta manera el país no será consumido por el hambre". 37 Agradó este consejo al Faraón y a todos sus servidores.
38 Y dijo el Faraón a sus siervos: "¿Podríamos acaso hallar un varón como éste, lleno del espíritu de Dios?" 39 Dijo, pues, el Faraón a José: "Ya que Dios te ha dado a conocer todo esto, no hay nadie que sea tan inteligente y sabio como tú. 40 Tú gobernarás mi casa, y obedecerá a tu voz todo mi pueblo. Tan sólo por el trono seré más grande que tú." 41 Y dijo el Faraón a José: "He aquí, te pongo sobre toda la tierra de Egipto."
42 Quitóse luego el Faraón su anillo de la mano y lo puso en la mano de José; lo vistió con vestiduras de lino finísimo, y colgó un collar de oro alrededor de su cuello. 43 Lo hizo subir en la segunda carroza que tenía, gritando delante de él un heraldo: "Poneos de rodillas." Así fue puesto sobre toda la tierra de Egipto. 44 También dijo el Faraón a José: "Yo soy el Faraón; mas sin ti nadie levantará mano ni pie en toda la tierra de Egipto." 45 El Faraón puso a José por nombre Safnat Panea, y dióle por mujer a Asenat, hija de Putifar, sacerdote de On. Y recorrió José la tierra de Egipto. 46 José tenía treinta años cuando se presentó delante del Faraón, rey de Egipto. Recorrió, pues, José toda la tierra de Egipto, después de haberse retirado de la presencia del Faraón.
47 La tierra produjo a montones en los siete años de abundancia; 48 y él recogió toda la producción de los siete años que hubo en la tierra de Egipto, y almacenó la producción en las ciudades, depositando en cada ciudad los productos del campo que estaba alrededor de ella.

Comentarios
33 ss. José no sólo explica los sueños del Faraón, sino que traza también los principios de un sistema económico adaptado a los tiempos de necesidad. No es lo que hoy llamamos "economía dirigida", pues abarca solamente el trigo. "El quinto en estas circunstancias no era una carga excesiva, y menos en Egipto, donde la fertilidad de la tierra depende del riego del Nilo, y éste de la distribución de las aguas, que han sido siempre el principal cuidado de los gobiernos en el país de los faraones" (Nácar-Colunga)
38 Lleno del espíritu de Dios. Fue el Espíritu Santo quien inspiró no solamente a los profetas, que escribieron los libros sagrados, sino también a muchas otras personas. Cf. el cántico de María, hermana de Moisés (Ex. 25, 30 s.), el de Débora la profetisa (Juec. 5) y el de Ana, madre de Samuel (I Rey 2), que también hablaron inspiradas por el Espíritu Santo.
40 También en su encumbramiento es José figura de Cristo. Salió José de la cárcel: Jesucristo del sepulcro. José fue exaltado por el rey de Egipto: Jesucristo por el Rey del Universo. Llamaron a José "salvador del mundo" (v. 45): Jesucristo lo es en persona. La exaltación de José es un milagro de la Providencia de Dios, quien eleva a los humildes y humilla a los soberbios. Mirad a José, dice San Crisóstomo; de cautivo llegó bien pronto a ser el jefe de todo el Egipto; ésta es la ventaja de las aflicciones sufridas, las pruebas no le abatieron, y Dios, después de haberle experimentado, le halló digno y le bendijo. (Homil. ad pop). Cf. el Magníficat de la Virgen (Luc 1, 52)
45. Safnat Panea: Palabra egipcia, que San Jerónimo traduce por "salvador del mundo". Otros lo interpretan: "dador de vida", y los egiptólogos modernos: "El que vino a la vida", o "Dios dijo: éste vive". Preferimos la traducción de San Jerónimo, ya que corresponde mejor al contexto. Los honores y las distinciones son otras tantas pruebas de la elevada posición que José ocupaba en el país del Faraón. En esto, y en su castidad, la Iglesia lo compara con el patriarca San José, esposo de María Santísima, y aplica a él los vers. 41, 55; 45, 8 y 49, 22. On, en grego Heliópolis, ciudad conocida por el templo de Ra (Sol), situada al norte de El Cairo. Cf. Ez 30, 17.

No hay comentarios:

Publicar un comentario