domingo, 1 de julio de 2012

Génesis XLII. 24-38; XLIII. 1-15

24 Y se retiró de ellos para llorar. Después volvió donde estaban, y les habló; y tomando de entre ellos a Simeón, lo hizo atar ante sus ojos.
25 Dio José orden que les llenasen los costales de trigo y devolvieran el dinero de cada uno poniéndolo en su saco, y les diesen provisiones para el viaje; y así hicieron con ellos. 26 Cargaron, pues, ellos el trigo sobre sus asnos y se marcharon de allí. 27 Mas al abrir uno en la posada su saco para dar pienso a su asno, vio que su dinero se hallaba en la boca de su costal. 28 Y dijo a sus hermanos: "Me ha sido devuelto mi dinero; vedlo en mi costal." Llenos de temor y temblando se dijeron unos a otros: "¿Qué es esto que Dios ha hecho con nosotros?"
29 Llegados a Jacob, su padre, a la tierra de Canaán, le contaron todo lo que les había sucedido, diciendo: 30 "Ese hombre, señor de aquella tierra, nos habló con dureza, y nos tomó por espías del país. 31 Nosotros le dijimos: Somos hombre honestos, no somos espías. 32 Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; el uno ya no vive, y el menor está ahora con nuestro padre en la tierra de Canaán. 33 Mas aquel hombre, señor del país, nos dijo. "En esto conoceré que sois gente honesta: Dejad conmigo a uno de vuestros hermanos, tomad (lo necesario) para el hambre de vuestras casas y partid; 34 y traedme a vuestro hermano menor; así sabré que no sois espías, sino gente honesta. Os daré entonces a vuestro hermano, y podréis recorrer el país.
35 Y sucedió que al vaciar ellos sus costales estaba en el costal de cada uno el bolsillo con su dinero, y cuando ellos y su padre vieron los bolsillos con su dinero tuvieron temor. 36 Y les dijo su padre Jacob: "Vosotors me vais a dejar sin hijos. ¡José ya no está, Simeón tampoco, y (ahora) queréis llevar a Benjamín! ¡Todo esto ha venido sobre mí!" 37 Entonces Rubén habló a su padre, diciendo: "Quita la vida a mis dos hijos si yo no te lo devuelvo. Entrégalo en mi mano, y yo te lo devolveré." 38 Mas él respondió: "No bajará mi hijo con vosotros, pues su hermano murió, y él es el único que me ha quedado. Si le sucediera alguna desgracia en el camino por donde vais, tendríais la culpa de que mis canas desciendan de puro dolor al sepulcro."
Capítulo XLIII
1 El hambre pesaba sobre la tierra, 2 por lo cual cuando acabaron de comer el grano que habían traído de Egipto, su padre les dijo: "Volved y compradnos algo que comer." 3 Respondióle Judá, diciendo: "Aquel hombre nos declaró terminantemente: "No veréis mi rostro, si vuestro hermano no viene con vosotros". 4 Bajaremos, pues, con tal que dejes ir con nosotros a nuestro hermano, y te compraremos alimentos; 5 pero si no quieres dejarlo ir, no bajaremos; porque aquel hombre nos dijo: "No veréis mi rostro si vuestro hermano no viene con nosotros." 6 A lo cual respondió Israel: "¿Por qué me habéis hecho este mal, de decir a aquel hombre que aún teníais otro hermano?" 7 Contestaron: "Aquel hombre nos preguntó detalladamente acerca de nosotros y de nuestra familia, diciendo: "¿Vive todavía vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano?" Y le contestamos conforme a estas preguntas. Podíamos acaso saber que iba a decir: "Traed a vuestro hermano?" ".
8 Entonces dijo Judá a Israel, su padre: "Envía al joven conmigo, de modo que nos pondremos en marcha e iremos, para que vivamos y no muramos, ni nosotros, ni tú, ni nuestros niños. 9 Yo respondo por él: reclámalo de mi mano. Si no te lo devuelvo y lo pongo delante de ti, seré culpable ante ti por siempre. 10 Si no fuera por esta demora, estaríamos delante de vuelta ya por segunda vez." 11 Díjoles, pues, Israel, su padre: "Si así ha de ser, haced esto: tomad de lo mejor del país (y ponedlo) en vuestro equipaje, y haced a aquel hombre un presente: un poco de bálsamo, un poco de miel, especias, resina, pistachos y almendras. 12 Y llevad en vuestra mano doble cantidad de dinero para restituir el dinero que os fue devuelto en la boca de vuestros costales. Quizás fue por equivocación. 13 Tomad también ha vuestro hermano y levantaos para volver hacia aquel hombre. 14 El Dios Todopoderoso os haga hallar gracia ante ese hombre, para que deje volver con vosotros al otro hermano vuestro y a Benjamín, En cuanto a mí, si he de ser privado de hijos, séalo." 15 Tomaron también en sus manos la doble cantidad de dinero y a Benjamin. Luego se pusieron en camino y bajaron a Egipto y se presentaron ante José.

Comentarios
24 Simeón era el mayor de los hermanos después de Rubén, el cual (Rubén se había esforzado en otro tiempo por librar a José (37, 21); por eso no es castigado
38 El único de su madre Raquel.
3 Aquel hombre: José. Cf. vers. 5 y 7
8 Benjamín tenía 24 años aproximadamente, pero como el más joven, y por ser hijo de Raquel, la que murió al darle a luz, era el predilecto del padre
9 La oferta de Judá es más generosa aún que la de Rubén, que había ofrecido como rehenes a sus dos hijos (42, 37). Jacob no quiere abusar de la magnanimidad de sus hijos, sino que, fiel a su conducta, lo deja todo en manos de Dios, conformándose con lo que "ha de ser" (v. 11) según los designios de Dios. Su confianza en Dios no será frustrada.
11 Los frutos aquí indicados escasean en Egipto, por lo cual Jacob juzga conveniente obsequiar con ellos al gobernador de aquel país. La miel era especialidad de Hebrón, ciudad de Jacob, y se exporta aún hoy día al país del Nilo. Resina: una especie de bálsamo, que se usaba para curar heridas. La mejor resina venía de Galaad Cf. Jer 8, 22; 46, 11; 51, 8; Ez 27, 17
En los preparativos del viaje pónese de manifiesto no sólo la prudencia del patriarca, sino también su honradez y su intención de evitar equivocaciones

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