domingo, 1 de julio de 2012

Génesis XVII 9-27; XVIII 1-3

9 Dijo Dios a Abrahán: "Tú, pues, guarda mi pacto, y tu descendencia después de ti en la serie de sus generaciones. 10 Este es mi pacto que habéis de guardar entre Mí y vosotros y tu posteridad después de ti: Todo varón entre vosotros ha de ser circuncidado. 11 Os circuncidaréis la carne de vuestro prepucio; y esto será en señal del pacto entre Mí y vosotros 12 A los ocho días será circuncidado entre vosotros todo varón en el transcurso de vuestras generaciones, tanto el nacido en (tu) casa como el comprado con dinero a cualquier extraño, aunque no sea de tu raza. 13 Si, debe ser circuncidados el nacido en tu casa y el adquirido con tu dinero, de modo que mi pacto estará en vuestra carne como alianza eterna 14 El varón incircunciso, que no se circuncidare la carne de su prepucio, será exterminado de entre su pueblo por haber quebrantado mi pacto."
15 Dijo Dios a Abrahán: "A Sarai, tu mujer, no la llamarás más Sarai, porque su nombre será Sara. 16 Yo la bendeciré, y de ella también te daré un hijo. La bendeciré, y será madre de naciones; reyes de pueblos procederán de ella" 17 Entonces cayó Abrahán sobre su rostro y riéndose dijo en su corazón: "¿A hombre de cien años le ha de nacer hijo, y Sara ya nonagenaria va a dar a luz?" 18 Y dijo Abrahán a Dios: "¡Viva al menos delante de Ti Ismael!" 19 Respondió Dios: "De cierto que Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Isaac; y Yo estableceré mi pacto con él como pacto eterno, y con su prosperidad después de él 20 En cuanto a Ismael, he otorgado tu petición. He aquí que le he bendecido; le multiplicaré y le haré crecer sobremanera. Doce príncipes engendrará y le haré padre de un gran pueblo. 21 Pero mi pacto lo estableceré con Isaac, que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene." 22 Y después de hablar con él, subió Dios dejando a Abrahán.
23 Tomó entonces Abrahán a Ismael, su hijo, y a todos los nacidos en su casa, y a todos los comprados con su dinero, a todos los varones de la casa de Abrahán y en ese mismo día les circuncidó la carne del prepucio, como Dios le había mandado. 24 Tenía Abrahán noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio. 25 Ismael, su hijo era de trece años cuando fue circuncidado en la carne de su prepucio. 26 En el mismo día fueron circuncidados Abrahán y su hijo Ismael. 27 Y todos los varones de su casa, los nacidos en su casa, y los comprados a extraños por dinero, fueron circuncidados juntamente con él.
Capítulo XVIII
1 Aparaciósele Yahvé (a Abrahán) en el encinar de Mamré mientras estaba sentado a la derecha de la tienda, durante el calor del día. 2 Alzando los ojos miró, y he aquí que estaban parados delante de él tres varones. Tan pronto como los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de su tienda, y postrándose en tierra 3 dijo: "Señor mío, si he hallado gracia a tus ojos, te ruego no pases de largo junto a tu siervo.

Comentarios
10 ss Los racionalistas se rompen la cabeza en busca de una explicación satisfactoria de la circuncisión y su introducción en el pueblo escogido. Es cierto que también en algunos otros pueblos de la antigüedad, por ejemplo entre los egipcios y algunos pueblos semíticos, se conocía esta institución, pero lo que distinguía la circuncisión del Antiguo Testamento de todas las prácticas semejantes, aún anteriores, es su significado esencial y exclusivamente religioso, su carácter de sello de la alianza con Dios, Para Abrahán y su descendencia la circuncisión constituía una especie de Bautismo, "La circuncisión era el primero e imprescindible sacramento de la Antigua Alianza; daba derecho a las promesas y bendiciones del pueblo de Dios, y quien carecía de ella era excluido, como extranjero, de todos esos bienes. Por la circuncisión se obligaba el hombre al fiel cumplimiento de la Ley del Antiguo Testamento. Era un sello indeleble impreso en la carne para honra o ignominia y reprobación, según que el circuncidado viviese en pureza y santidad o apartado de las virtudes. Pero... la circuncisión estaba prescrita sólo para Abrahán y su descendencia, hasta los tiempos del Redentor; el Bautismo, en cambio es ley para todos los pueblos y para todos los tiempos, hasta el fin del mundo. La circuncisión era una señal corporal, que daba derecho a los bienes corporales y terrenos; el Bautismo no consiste sólo en un signo externo, sino que encierra en sí la gracia, imprime al alma carácter indeleble y comunica bienes mucho más elevados, espirituales y celestiales" (Schuster-Holzammer). Sin embargo, la circuncisión no alcanzaba a justificar a nadie por sí sola. Esto nos lo expone de una manera clásica el Apóstol de los gentiles en el cuarto capítulo de la Epístola a los Romanos. El patriarca Abrahán fue justificado por la fe, porque "la fe se le reputó a Abrahán por justicia" (Rom 4, 9). Era justo delante de Dios antes de ser circuncidado, porque "recibió la marca de la circuncisión como un sello de la justicia que había adquirido por la fe, cuando era aún incircunciso, para que fuese padre de todos los que creen en El, sin estar circuncidados" (Rom 4, 11) Cf. Rom 6, 3 ss; Col 2, 11. De ahí la definición del Concilio Tridentino; que la fe es "el principio de la humana salvación, el fundamento y la raíz de toda justificación" (Ses VI cap. 8). Como se ve, Dios reprende, ya desde el Antiguo Testamento, la confianza orgullosa de los judíos en la circuncisión carnal, como lo hiciera más tarde San Pablo, cuando dice: "No es judío el que lo es exteriormente, ni es circuncisión la que se hace por fuera en la carne; antes bien, es judío el que lo es en lo interior, y es circuncisión la del corazón según el espíritu y no según la letra, cuya alabanza no es de los hombres, sino de Dios" (Rom 2, 28 s). Cf. Gal 5m 6; Ef 2, 11. En el Antiguo Testamento véase Deut 10, 6; 30, 6; Jer 4, 4; Ez 44, 7.
15 No sabemos por qué Dios cambió el nombre de Sara, pues Sarai y Sara son de la misma raíz y significan más o menos lo mismo: princesa, linaje real, y cierto el más preclaro de la tierra, como que fue ennoblecido por el mismo Hijo de Dios que se encarnó en él.
17 "Risa, no de desconfianza, sino de asombro y gozo ante lo grande e inesperado que no acababa de creer" (Jünemann)
18. Viva delante de Ti: sea objeto de tu especial protección
20 Es la respuesta de Ti: sea objeto de tu especial protección
2 Que los tres eran una aparición de Dios se desprende del vers. 1 y de los vv. 3 y 13 ss. La aparición bajo la figura de tres personas es, además una manifestación de la SS Trinidad. Así explican la narración los Santos Padres: "Abrahán vio a tres, y adoró a uno solo" (S. Agustín). Partiendo de este pasaje, representa la Iglesia Oriental a la SS Trinidad, preferentemente, como tres jóvenes de igual figura y aspecto.

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