13 Heme aquí en pie junto a la fuente de aguas, adonde las hijas de los habitantes de la ciudad están saliendo a sacar agua. 14 Ahora bien, la joven a quien yo dijere: "Baja, por favor, tu cántaro para que yo beba", y ella respondiere, "Bebe tú, y también a tus camellos daré de beber" ésa sea la designaste para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que has tenido misericordia de mi señor."
15 Aún no había acabado de hablar, cuando he aquí que salía Rebeca, hija de Batuel, el hijo de Milcá, mujer de Nacor, hermano de Abrahán 16 La joven era de muy hermoso aspecto, virgen, que no había conocido varón. Bajó a la fuente, llenó su cántaro y volvió a subir. 17 El siervo le salió al encuentro y dijo: "Dame de beber un poco de agua de tu cántaro." 18 "Bebe, señor mío", respondió ella, y se apresuró a bajar el cántaro a su mano, y dióle de beber. 19 Y después de darle de beber, dijo: "También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber." 20 Y vaciando apresuradamente su cántaro en el abrevadero, corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
21 Entretanto el hombre la contemplaba en silencio por saber si Yahvé había bendecido o no su camino. 22 Cuando los camellos acabaron de beber, tomó el hombre un anillo de oro, de medio siclo de peso, y dos brazaletes que pesaban diez siclos de oro para los brazos de ella. 23 Y preguntó: "¿De quién eres hija? Dime, te ruego, ¿hay en casa de tu padre lugar para pasar esta noche?" 24 Ella le contestó: "Soy hija de Batuel, el hijo de Milcá, a quien ella dio a luz a Nacor." 25 Y agregó: "Tenemos paja y forraje en abundancia, y lugar para pernoctar." 26 Entonces postróse el hombre y adoró a Yahvé, 27 y dijo: "Bendito sea Yahvé, el Dios de mi señor Abrahán, que no ha dejado de mostrar su benevolencia y su fidelidad para con mi señor, pues me ha guiado Yahvé en el camino a la casa de los hermanos de mi señor." 28 Entretanto, la joven se fue corriendo y contó en casa de su madre todas estas cosas.
29 Tenía Rebeca un hermano que se llamaba Labán. Salió entonces Labán presuroso afuera en busca del hombre que estaba junto a la fuente. 30 Había visto el anillo, y los brazaletes en las manos de su hermana y había oído las palabras de Rebeca, su hermana, que decía: "Así me habló el hombre." Vino, pues, al hombre cuando éste estaba todavía con los camellos junto a la fuente. 31 Y dijo: "¡Entra, bendito de Yahvé! ¿Por qué te quedas afuera?, pues tengo preparada la casa y un lugar par alos camellos." 32 Fue, pues, el hombre a la casa y desaparejó los camellos. Entretanto dio (Labán) paja y forraje a los camellos, y agua para que se lavasen los pies el hombre y los que le acompañaban.
33 Después le sirvió la comida; mas él dijo: "No comeré hasta que haya dicho mi mensaje" A lo que respondió (Labán): "Habla" 34 Dijo, pues: "Yo soy siervo de Abrahán. 35 Yahvé ha colmado de bendiciones a mi señor, el cual se ha hecho rico, pues le ha dado ovejas y ganado, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos. 36 Y Sara, mujer de mi señor, envejecida ya, dio a luz un hijo a mi señor, quien le ha dado todo cuanto posee. 37 E hízome jurar mi señor, diciendo: "No tomarás mujer para mi hijo de las hijas de los cananeos en cuya tierra habito, 38 sino que irás a casa de mi padre y a mi parentela, y traerás mujer para mi hijo." 39 Yo dije a mi señor: "Tal vez no quiera la mujer venir conmigo." 40 Mas él respondió: "Yahvé, en cuya presencia ando, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino, y así tomarás mujer para mi hijo de mi parentela y de la casa de mi padre. 41 Serás libre de mi maldición cuando llegues a mi parentela; si no te la dieren, libre quedarás entonces de mi maldición." 42 Ahora bien, llegué hoy a la fuente y dije: "Yahvé, Dios de mi señor Abrahán, si en verdad Tú bendices el camino por donde yo ando, 43 he aquí que me quedo junto a la fuente de agua; si saliere una doncella a sacar agua, y yo le dijere: "Dame de beber un poco de agua de tu cántaro", 44 y ella me respondiere: "Bebe tú y también para tus camellos sacaré agua", ésa será la mujer que Yahvé ha designado para el hijo de mi señor. 45 Y aún no había acabado de hablar en mi corazón, cuando he aquí que salía Rebeca, con su cántaro al hombro, y ella bajó a la fuente y sacó agua. Yo le dije: "Dame, te ruego, de beber" 46 y al mismo instante ella bajó su cántaro de sobre su hombre, y dijo: "Bebe, y también a tus camellos daré de beber." Bebí, pues, y ella abrevó también a los camellos. 47 Entonces la pregunte, diciendo: "¿De quién eres hija?" Me respondió: "Soy hija de Batuel, el hijo de Nacor, para quien Milcá le dio a luz." Luego puse el anillo en su nariz, y los brazaletes en sus manos;
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21 En la díficil tarea, el fiel mayordomo ponía toda su confianza en Dios, y no recurría a maniobras supersticiosas, muy en uso entonces. Su fe y esperanza en el Señor inclinaron a Este a condescender con sus ruegos haciendo eficaces estos medios que, de por sí, parecían poco proporcionados para lograr el fin que deseaba (San Crisóstomo). De Abrahán no sabemos dónde encontró a su futura esposa; de Isaac y Jacob, empero, sabemos que encontraron a las suyas junto al pozo, Isaac por medio de su representante, y Jacob personalmente (29, 2 ss). También Moisés, el gran caudillo de Israel, encontró a su futura esposa junto a un pozo en el desierto (Ex 2, 16 ss) Los que confían en Dios encuentran esposa en cualquier lugar del mundo, no esposa cualquiera, sino la que Dios les ha destinado para ser madre de sus hijos
33 El hecho de que Lában haga el primer papel en todo lo concerniente al casamiento de Rebeca, está de acuerdo a una costumbre antigua, según la cual, el hermano era como abogado y protector de su hermana. El padre aparece sólo en v. 50
41 Maldición: el castigo de Dios en caso de no cumplir con el juramento.
47 El anillo en su nariz: Esta manera de adornarse las mujeres es hoy todavía frecuente en los países de oriente
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